Vende en cualquier momento

Vende en cualquier momento:

Cuando viajo en tren y me siento en mi sitio, siempre hablo con el compañero que me toca al lado. No entiendo cómo la mayoría de los viajeros no lo hacen y se pueden pasar más de dos horas, ¡¡sin hablar nada!! Únicamente enfrascados en su ordenador o hablando por el teléfono móvil.

Mi conversación siempre empieza de la siguiente manera (Los nombres están cambiados por la ley de protección de datos):

— Hola, buenos días, me llamo Joaquín Caraballo. ¿Trabajas en Cruzcampo (Heineken)?

— Sí, ¿cómo lo sabes?

— Hombre, por el logo del ordenador.

— Ah, claro.

— ¿Conoces a Julio Ramos? (aquí busco puntos en común con mi compañero de viaje).

— Pues sí, o pues no, etc.

— Ah, muy bien. Yo lo conozco de (una charla, un curso, del AVE, etc.) (Siempre buscando puntos en común). ¿Y tú a qué te dedicas en Cruzcampo?

— Soy comercial, estoy en el departamento de ventas a distribuidores.

— ¡Qué interesante! ¿Y cuál es tu labor dentro de la empresa? (Como a todos nos encanta hablar de nosotros mismos, entonces me habla de sus funciones y complicaciones de su puesto).

— ¿Y tú a que te dedicas? (Lógico es que me devuelva la pregunta y ahora tengo mi oportunidad de resumirle en poco tiempo a qué me dedico. Aquí viene lo que se llama el “Elevator pitch”, que veremos en otro artículo).

— Pues soy Director Comercial en Nuvaria, una empresa familiar de útiles de limpieza que ha pasado desde cero a ser la primera de España y la quinta de Europa en su sector.

— Vaya, ¡qué bien! ¡Qué interesante!

— Además, doy talleres de Neuroventas.

— De Neuro, ¿qué?

— De Neuroventas. En solo un taller de 7 u 8 horas, consigo que multipliquen por 2 los resultados, enseñando a vender a la mente de los clientes.

— ¡No me digas! ¡Qué interesante!

— ¿Te interesa? A final de mes imparto uno. Dame tu teléfono por favor (le mando el enlace a su teléfono móvil para que lo vea y le digo: “Inscríbete y no te arrepentirás”.

¡¡¡Otra persona más para el curso!!!

Vendas lo que vendas, habla con las personas que tienes al lado en el tren, avión, autobús o en la cola del súper, al menos tendrás un contacto y, ¿quién sabe? Lo mismo puedes “tirar de él” en el futuro.

A todos nos encantan las personas que se parecen a nosotros y también las que coinciden con nuestros gustos, forma de ser y con las que tenemos cosas comunes.

Ya sabes por qué, ¿verdad?

Efectivamente, porque intervienen las neuronas espejo. Por eso tenemos nuestros amigos, porque compartimos cosas.

Así que, cuando quieras entablar una conversación y siempre que quieras persuadir a alguien, háblale de las cosas que veas que coinciden con tus gustos, aficiones, vestimenta, sentimientos, formas de ver la vida, etc.

Pregúntales por ello y diles que a ti también te pasa o que coincide con tus intereses de vida.

Observa bien porque todos tenemos algo en común, así que cuando entres al despacho de tu cliente, presta atención a los cuadros, fotos, diplomas, vestimenta, etc. y cuando establezcas la conversación, observa sus sentimientos y su forma de percibir la vida.

Recuerda, no hay nada más que compartir sentimientos por alguna situación que os haya pasado a ambos.

Vende en cualquier momento

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¿Te preguntas por qué tu empresa a pesar de tener gran número de entrevistas, estás no consiguen transformarse en nuevos clientes?

Tengo la clave y te la quiero enseñar.
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