CÓMO NO SENTIR PRESIÓN CON LOS OBJETIVOS DE VENTAS

Cómo no sentir presión con los objetivos de ventas:

¿Sientes presión con los objetivos de ventas que te pone tu jefe? Entonces cambia en tu mente la palabra “vender” por “ayudar” y asunto resuelto.

¿Por qué?, porque la palabra vender intimida, crea presión, sobre todo a los vendedores noveles.

Doy clases de ventas en un Máster de EUSA, que es una escuela de negocios privada perteneciente a la Cámara de Comercio de Sevilla. La mayoría de mis alumnos son chicos que acaban de salir de la universidad y el primer día de clase siempre empiezo con esta pregunta:

“Después de terminar este máster, ¿Quién quiere trabajar en marketing?”.

Como te puedes imaginar, todos o casi todos, levantan la mano.

Luego les pregunto: “¿Y quién quiere trabajar en finanzas?” La levantan algunos.

Pero cuando les hago la pregunta: “¿Y quién quiere trabajar en ventas, o sea, de vendedor?” Entonces se esconden debajo de las mesas, nadie o casi nadie levanta la mano.

¿Por qué? Porque la palabra vender es pura presión: cuotas, objetivos, a la calle si no vendes, etc.

Cuando les pregunto las razones, me dicen: “Tengo que hacer algo que a lo mejor no me gusta”, “Tengo que convencer a alguien que no está convencido”, etc.

Cómo no sentir presión con los objetivos de ventas

Entonces les vuelvo a preguntar: «¿A quién de vosotros le gusta ayudar a las personas?»

Y entonces sí, todos levantan la mano. Ayudar a las personas es vender, es ayudar a alguien a tomar una decisión (evidentemente, queremos que se decida por nuestra propuesta).

Cuando estás con tu pareja comprando y te pide consejo sobre si te gusta más el jersey verde o el rojo que se está probando, con tu consejo estás haciendo de vendedor.

Cómo no sentir presión con los objetivos de ventas

Seguro que te ha pasado que algún comercial te ha vendido algo: un coche, una vivienda, un teléfono móvil, etc. y has estado a gusto con él porque te explica las cosas como que a ti te agrada, porque te lo dice de una manera que te atrae, porque tu amígdala ha decidido que te conviene.

En definitiva, porque te da la sensación de que quiere ayudarte y eso es lo que debes lograr transmitir a tu cliente.

Pero para ello, es muy importante que no sea solo de palabra, sino que lo sientas de corazón, porque si no se nota y no se transmite, será como tener una casa que parece muy bonita, pero lo único que es muy bonita es la fachada porque por dentro la casa es fea y desordenada y en cuanto alguien quiere entrar se da cuenta de que es mentira.

Debes ser ese tipo de vendedor y la única manera es quitarte la presión de encima cambiando en tu mente la palabra “vender” por “ayudar” a las personas a decidirse.

Comparte:

LinkedIn
Facebook
Twitter
WhatsApp
Telegram
Email

¿Te preguntas por qué tu empresa a pesar de tener gran número de entrevistas, estás no consiguen transformarse en nuevos clientes?

Tengo la clave y te la quiero enseñar.
Únete y conviértete en INFLUENVER

Entradas recientes

Comparte...